miércoles, 26 de octubre de 2011

¿Cómo no?

 Llega un día que te despiertas y piensas: "He vuelto". Se dibuja una sonrisa en tu cara y sales a la calle con dos cojones bien puestos. ¿Qué son los obstáculos para alguien como tú? Hay mil millones de soluciones: sáltalos, derríbalos, o, directamente, deja que te tiren ellos a ti, pero prométete una cosa, levántate.

 Tengo ganas de salir, tengo ganas de gritar, tengo ganas de hacer alguna que otra locura, tengo ganas de cantar, ¿quién quiere salir hoy?

 Voy a gritarle al mundo que estoy aquí y que estoy dispuesto a que nada ni nadie derribe mi moral, a que nada ni nadie que no merezca la pena afecte ligeramente a mi vida.

 Tengo ganas de gritar un "jódete" a mas de una persona, tengo ganas regalar una hostia a más de uno, pero sobretodo tengo ganas de vivir.

 Si la vida no te da nada últimamente, en vez de quedarte ahí sentado, lamentándote, haz algo, sal, habla, rompe algo. Nadie se va a acercar y decir "oh, pobrecito".  Nada de eso. No te lo mereces, no te vas a ganar nada sin hacer algo al respecto.

 Vuelve, siempre se puede volver, siempre habrá un sitio para ti, siempre habrá alguien que tenga algo que decir para animarte, pero si tu no lo buscas, no irá a ti, lo siento, pero aunque la vida sea dura, recompensa bien.

No hay comentarios:

Publicar un comentario